miércoles, 22 de agosto de 2007

Historia del maquillaje

Antiguo Egipto
Se obtenían colores mezclando elementos comunes como tierra, ceniza y tintas. Curiosamente tienen un gran parecido con los cosméticos actuales.

Era típico que los egipcios resalten sus ojos con colores fuertes. Mediante la pulverización de piedras y minerales sacaban los tonos turquesa para los párpados, que aplicaban junto al khöl para delinear párpados y remarcar cejas.

Fueron los primeros en pintarse los labios con ocre rojo y óxido de hierro natural, y extendían la mezcla con un cepillo o palito.

Elaboraban sus propias cremas a base de aceites y plantas y depilaban el vello superfluo.


Grecia y Roma

Los griegos y los romanos perfeccionaron las técnicas de maquillaje.

Comienzan a blanquear la piel (lo cual era un signo de pasión) con una mezcla hecha a base de yeso, harina de habas, tiza y albayalde, lo cual producía el efecto contrario a que el contacto con el sol oscurecía el rostro. Finalmente utilizan una mezcla con cerusa y albayalde.

En esta época se crea la máscara de pestañas, utilizando una mezcla de huevos de hormigas y moscas.

Continuaban utilizando el khöl, maquillando los párpados con negro y azul.

Se perfilaban y depilaban las cejas sin alargarlas y los labios y pómulos se coloreaban en rojo.


Arabia

Las mujeres dedicaban largas horas al embellecimiento.

Se aplicaban Khöl en los ojos para agrandarlos.


Edad Media

Tras la caída del Imperio, en las primeras décadas hay una ausencia total tanto del cuidado estético como del aseo personal.

Pero debido a la influencia árabe empezó de nuevo el interés por la estética.


Renacimiento

Las cejas se dejan muy finas y en algunos casos desaparecen.

Incluso se depilan el nacimiento del pelo en la frente para dejar más dimensión en el rostro.

Los ojos se maquillan con khöl negro, en los párpados se utiliza azul o verde, los labios se delinean en forma de corazón en tonos rojos oscuros y en los pómulos se utiliza el color rojo y la base de la cara sigue siendo pálida.

Comienza una obsesión por el maquillaje y los perfumes.

El hombre se maquilla también.

Adquieren importancia los lunares, los cuales se consideran estéticos, a tal punto que se utilizaban unos sintéticos realizados con terciopelo o pintados.

Se consolida en este siglo la Edad de Oro de la cosmética. Francia se convierte en el centro de la cultura, creando la nueva moda de la ropa, peinado y cosmética.


Siglo XIX

Se sigue llevando la cara pálida pero de manera exagerada, el ideal es parecer enfermo. Se pone de moda ingerir vinagre y limones para aclarar la piel, incluso se ingieren sustancias que contenían plomo o arsénico lo cual, en algunos casos, produce riesgo de muerte. Las ojeras se marcan de azul al igual que las venas. La idea es mostrar la sensibilidad cutánea. Los pómulos se colorean levemente con un rosa palo y los labios se maquillan en color carmesí en forma de corazón.


Siglo XX

Surgen distintas décadas que van a marcar modas por fenómenos sociales: los medios de comunicación, el cine, la televisión y la publicidad idealizaran un prototipo de mujer.

En los primeros años de éste siglo las ideas y costumbres del pasado siguen estando vigentes como el tono de la piel que sigue siendo distintivo social ya que una piel blanca denota no estar expuesta al sol ni a la intemperie que están sometidas las pieles de las clases menos favorecidas.
En Estados Unidos comienza la creciente industria del cine lo cual impulsa el éxito del maquillaje.

Un antiguo maquillador del Ballet Imperial Ruso llamado Max Factor abre una tienda en Los Ángeles donde vende perfumes, cosméticos y maquillajes que él mismo fabrica y empieza a maquillar actores. A partir de ese momento irá creando maquillajes adaptados a las necesidades de las películas.


1910 – 1919

La mujer quiere encarnar tres ideales muy distintos: la mujer cariñosa, la madonna dispuesta a cualquier sacrificio y la vampiresa exótica.

A esta altura, el maquillaje ya es algo más que común y se lleva de modo natural.

Deja de estar de moda la piel pálida.

Durante la guerra el maquillaje estuvo fuera de lugar y lo único que se utilizaba era un poco de rojo en los labios y un toque de vaselina brillante en los párpados.

El maquillador Max Factor crea un maquillaje especial para cine que poco a poco irá perfeccionando.

Al final de la guerra el prototipo de mujer cambió y todas querían parecer peligrosas y enigmáticas. Los ojos se destacaban en khöl, los párpados se maquillaban con colores oscuros y los labios en rojo intenso.


1920 – 1929

Los descubrimientos y avances científicos favorecen al maquillaje. El descubrimiento de los estearatos colorantes revoluciona la fabricación de labiales pudiendo obtener nuevas tonalidades.

Los ojos se delineaban con una fina raya negra difuminada y los párpados se maquillaban con rojo o morado, los labios en rojo oscuro y las cejas se depilaban cuidadosamente y se maquillan para darles una forma circular. El rubor se aplicaba como una mancha redondeada.

El objetivo principal era la provocación, no importaba que se fuera muy recargada.

Las rubias se maquillaban con tonos verdes y azules muy intensos mientras que las morenas lo hacían con negros y marrones. Se quería conseguir el efecto de tener unos ojos muy grandes y almendrados, para ello utilizaban el khöl difuminado.

Una gran revolución fue la máscara de pestañas resistente al agua que creó Elisabeth Arden.

En 1927 los productos de Max Factor que hasta entonces sólo se utilizaban en cine empezaron a comercializarse por Estados Unidos con un éxito absoluto.

En 1928 el proceso de elaboración de polvos se revoluciona con un nuevo método, la “micronización”, que permite que la textura del polvo tenga un acabado muy fino y ligero.


1930 – 1939

El maquillaje accede a todas las capas sociales cuyas mujeres intentan imitar a sus actrices favoritas.

Prima una apariencia más individual y natural. Se usa lápiz para perfilar las cejas cuidadosamente y depiladas en semicírculo, las sombras de ojos dorada, plateada, combinada con marrón, azul o violeta; máscara de pestañas o pestañas postizas, el rubor comienza a difuminarse y en la boca se utilizan tonos carmín, marrón o gránate.

En 1932 los hermanos Charles y Joseph Revson se asocian con el químico Charles Lachman y crean la marca Revlon.

En 1937 Max Factor lanza “Pan-cake Make-up”, un fondo de maquillaje que revolucionó la técnica del maquillaje cinematográfico ya que era impermeable al agua, inalterable bajo los focos y tenia una cobertura total y un acabado mate. Este producto todavía hoy se comercializa manteniendo su fórmula original.


1940 – 1949

La Segunda Guerra Mundial puso un paréntesis en los avances del maquillaje y continuó en los años de austeridad y de la posguerra. A pesar de esto las francesas estaban dispuestas a mantener su reputación de ser las mujeres mejor vestidas del mundo. Coloreaban los labios con rojo oscuro.

Debido a la falta de recursos la calidad del maquillaje dejaba mucho que desear y tuvieron que agudizar el ingenio con trucos, como maquillar las pestañas con betún de botas y las cejas con betún de zapatos o sustituir el rubor con pétalos de rosa bañados en vino tinto.
Al finalizar la guerra dejaron de acentuarse la boca con tonos tan oscuros y le dieron más importancia a los ojos. El ideal lo encarnaría Brigitte Bardot, un rostro infantil con un cuerpo sumamente desarrollado.


1950 – 1959

Luego de la Segunda Guerra vuelve un look más dulce y suavizado.

En 1953 aparece el primer fondo de maquillaje en emulsión fluida llamado “Fluid Make-up”.

Dior se inicia en el mundo del maquillaje y en 1955 lanza 8 barras de labios en armonía con los colores de su colección de alta costura.

Otras marcas de costura como Chanel y más tarde Rochas irrumpen en el mundo del maquillaje de la misma manera.

Comienzan a utilizarse combinaciones como sombra verde claro con delineador verde musgo y marcara de pestañas cobre, o bien sombra azul plateada con delineador azul oscuro y máscara violeta. La combinación párpados turquesa y labios naranja tuvo mucho éxito. Las cejas se llevaban más claras y anchas dando un toque elegante y dramático o bien más curvadas dando un aire más sensual.

A parte de la imagen sexy, aniñada y más suavizada por otro lado había quienes querían proyectar una imagen más seria renunciando así al color: todo era negro.


1960 – 1969

Las corrientes feministas pretenden emancipación planteando un cambio en la actitud de las mujeres y en su ideal de belleza. En cambio, otro sector, une los conceptos de feminismo y feminidad, por lo cual surgen dos tendencias: las partidarias de la sofisticación y las de la naturalidad.

El maquillaje se convierte en un distintivo. Esta seña llega a su clímax con los maquillajes psicodélicos de las comunidades hippies.

A finales de los 60, Dior y Lancôme lanzan unos brillos de labios consistentes en unas barras grasas, brillantes y menos coloreadas que las existentes hasta el momento.

Comienzan a utilizarse sombras de distintos colores, delineador oscuro en los párpados superior e inferior, varias capas de máscara y pestañas postizas, cejas falsas y pétalos de flores pegados o pintados.

En 1968 Veruschka de Lehndorff, descendiente de la nobleza prusiana y una de las modelos de la época puso de moda el maquillaje corporal.


1970 – 1979

Surgen los micatitanios, los cuales permiten multiplicar los colores, desterrando a las eosinas, colorante utilizado hasta entonces que producía problemas de tolerancia.

En esta década empieza a introducirse la idea de tratamiento en los productos de maquillaje. Aparece la primera crema hidratante y protectora con color de Lancôme.
Se maquillaban los labios con brillos transparentes, purpurinas, texturas extra grasas y colores tropicales.

Las pestañas postizas estaban en auge y se genera una obseción por el cutis moreno, tanto en verano como en invierno. Las cremas autobronceadoras y los polvos y tierras de sol se convierten en un éxito de ventas.

A partir de 1973 se vuelve a la estética de la naturaleza con colores neutros, caqui, arena, azul grisáceo, oliva, beige, entre otros.

Más tarde la moda llegaría con ojos muy oscurecidos, labios rojo sangre y cara muy pálida recordando los años veinte.


1980 – 1989

Las mujeres consideran al maquillaje como un elemento indispensable en sus vidas.

El maquillaje permanente ofrece una solución definitiva para maquillarse cejas, líneas de ojos y labios y pestañas.

En los primeros años se da preferencia a los tonos fuertes durante la noche. Durante el día la mujer trabajadora usa tonos más naturales. Es muy importante la fusión entre el maquillaje, sombra y rubores, utilizándolos bien difuminados y sin marcar trazos visibles entre unos y otros. No se notan los cortes entre la cara y el cuello y el tono es más natural. Se toma conciencia de que el sol envejece.

En los últimos años de la década se busca los tonos mates y se destierran los brillos. Las cejas se utilizan anchas y oscurecidas. Los ojos se maquillan con khöl difuminado y el eyeliner cae en el olvido.


1990 - 1999

Ante el poco cuidado por la estética la industria de la cosmética lanza al mercado productos que prometen un aspecto natural: brillos translúcidos, mascaras transparentes, hidratantes que unifican el color, etc. Los productos que más éxito tienen son los multiuso que sirven para maquillar ojos, labios y pómulos.

A mediados de los noventa vuelve un revival de los colores de los setenta y durante un par de temporadas las cejas vuelven a llevarse muy depiladas y los párpados maquillados en tonalidades pastel irisadas. Las caras se siguen manteniendo en tono natural ya que la conciencia por los efectos nocivos del sol es cada vez más grande.


Actualidad

La belleza en general, es una ciencia que se reinventa constantemente.

Todas las mujeres son diferentes, por eso se realizan por todo el mundo estudios e investigaciones que permiten reconocer las necesidades de la mujer. Así cada una puede disponer de un ritual de belleza personalizado para cada etapa de su vida.

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